Paul, de unos 50 años, es director de cine. Escribe un guion como si fuese su profesión y comienza a buscar una actriz para el rol principal. El hecho de que no la encuentre tiene que deberse forzosamente a algo: tal vez haya demasiadas historias e imágenes, demasiadas actrices y muy poca tranquilidad. Quizás también sea una necesidad. Espontálneamente, Paul tira su guion. Jean acaba de finalizar la escuela de cine y es contratada por Paul como asistente. Un día, Paul encuentra una vieja foto de Dara, una actriz italiana que alguna vez coñeció y admiró, y que desapareció de a pantalla hace tiempo. Paul le pide a Jean que la busque. Tanto él como ella hacen todo lo posible para que Dara vuelva a la pantalla. Para realizar ese proyecto se embarcan en un mundo de sentimientos, confrontaciones y sueños. 

«...un ensayo cinematográfico, sin pesadez didáctica, sobre la duda respecto a uno mismo y la forma de vivir con esa duda, y sobre el peligro y el rechazo al fracaso. Imposible no admirar la manera sugerente e impregnada de un ambiente tan particular en la que Alain Tanner utiliza el cinema para criticar sus aspectos más superfluos. Él arriesga su alter ego para su supervivencia artística». Hans-Dieter Seidel, Frankfurter Allgemeine Zeitung, 1987