Juan Caramuel y la probable arquitectura
Juan Caramuel Lobkowitz (1606-1682), el más prolífico y original polígrafo del Barroco hispánico, destacó por sus poco convencionales intereses arquitectónicos. La inusual trayectoria del cisterciense madrileño propició que sus juveniles y castellanas reflexiones sobre la arquitectura adquiriesen en Flandes, en el Imperio y sobre todo en Italia matices nuevos, debidos tanto al cultivo del racionalismo proyectivo como a la delectación retórica. Inquisitivo y probabilista, dio a la estampa los tres volúmenes de la Architectura civil recta y obliqua (Vigevano, Camillo Corrado, 1678), sin duda el más extenso y ambicioso tratado de arquitectura hasta entonces escrito en lengua española.
Consciente, como hombre del siglo XVII, del valor de la certeza tanto para la arquitectura como para la tratadística, se sirvió de la segunda para defender la cientificidad de la primera, lo que le llevaría a convertirse en nexo privilegiado entre la evolución europea y un medio español especialmente complejo, el de la transición de los Austrias a los Borbones. Las cavilaciones del desprejuiciado teórico encierran aspectos de sorprendente modernidad: no en vano aspiraba a un clasicismo «abierto» y «oblicuo» que, en lugar de valerse del canon vitruviano para sobrevolar la contingencia histórica, abriese el camino hacia una nueva y racional plasticidad.
Jorge Fernández-Santos Ortiz-Iribas, licenciado por la Universidad de Cornell, se doctoró en 2005 en la Universidad de Cambridge. Becario predoctoral en la Real Academia de España en Roma y postdoctoral de la Fundación Gerda Henkel de Düsseldorf, su trabajo actual como investigador del subprograma Ramón y Cajal adscrito a la Universitat Jaume I versa sobre los intercambios culturales hispanoitalianos a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII.
Consciente, como hombre del siglo XVII, del valor de la certeza tanto para la arquitectura como para la tratadística, se sirvió de la segunda para defender la cientificidad de la primera, lo que le llevaría a convertirse en nexo privilegiado entre la evolución europea y un medio español especialmente complejo, el de la transición de los Austrias a los Borbones. Las cavilaciones del desprejuiciado teórico encierran aspectos de sorprendente modernidad: no en vano aspiraba a un clasicismo «abierto» y «oblicuo» que, en lugar de valerse del canon vitruviano para sobrevolar la contingencia histórica, abriese el camino hacia una nueva y racional plasticidad.
Jorge Fernández-Santos Ortiz-Iribas, licenciado por la Universidad de Cornell, se doctoró en 2005 en la Universidad de Cambridge. Becario predoctoral en la Real Academia de España en Roma y postdoctoral de la Fundación Gerda Henkel de Düsseldorf, su trabajo actual como investigador del subprograma Ramón y Cajal adscrito a la Universitat Jaume I versa sobre los intercambios culturales hispanoitalianos a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII.
- Editorial: Antonio Machado |
- Páxinas: 592 |
- Dimensións: 170x245 |
- Idioma: castelán |
- ISBN: 978-84-15245-35-3 |