Nuestra cicatriz

Estoy muy contenta de poder acoger en la Libraría NUMAX la presentación de este libro dvd. Sabedora de que la película suscita opiniones diversas, la mía está del lado que me corresponde como mujer, que somos quizá "el espectador" ideal de este filme. A cicatriz nos habla, apela a nuestros cuerpos, a nuestra historia (la íntima y la pública), habla en nuestro lenguaje: el del silencio, el del movimiento lento, el de la dicción extrañada...

Busco y encuentro unas notas del 12 de diciembre de 2012, tras la lectura del guión de A cicatriz branca, versión 11_11.08.11 [sic]. Allí reproduje las siguientes didascalias:

planos lentos como eternos. Corte sempre no medio dunha acción tamén lenta

a toma fica como suspendida

a cámara é fragmentada e descentrada, coma se non quixera ver

[Eu, a outra]

Pienso que sintetizan el discurso, la mirada que construye toda la película. También apunté este fragmento de un monólogo de Merce, que pienso que delata la centralidad de la escritura, del lenguaje, de la voz y de la significación del silencio en la obra de Margarita:

[…] Agora poderei volver á fala, avoa. Din que é o primeiro que muda ao dar en maniática. Dáme o corpo que, na fin, a nós, restaranos soamente a fala. A fala cara dentro como era cara dentro, avoa a súa fala […]

Además de los textos de José Manuel Sande y Pilar Cagiao, la edición en dvd de A Cicatriz incluye unha serie de colaboraciones en forma de textos escritos por gente que formó parte del equipo que trabajó en el filme: la propia Margarita, Eva Veiga, Margarita Fernández, Mónica Camaño, Renata Otero, Xoana Pintos, Ramiro Ledo y Abe Rábade, que dan idea de que la película fue, más allá de una experiencia profesional, un espacio de relaciones íntimas.

Me quedo con la emoción que provocan, tras la retahíla de los créditos de la película, los abrazos filmados después del rodaje de la última toma en Buenos Aires. Un motivo más para esperar, pacientes, el final de la película.

Irma Amado