Adela, profundamente conmovida por la muerte de su amiga Elena, se encuentra atrapada en un dolor que parece no tener fin. Buscando consuelo, y agotada emocionalmente, retrocede en un viaje en el tiempo a un otoño de hace diez años, a una casa en la playa donde el tiempo parece detenerse. Allí, Elena y otra amiga, Luci, la esperan, listas para pasar un fin de semana perfecto, entre novelas de detectives, conversaciones al pie del fuego y el sonido del mar de fondo. Este reencuentro mágico le ofrece a Adela la oportunidad de revivir momentos de felicidad compartida, de amistad profunda y sororidad que trascienden la muerte y el paso del tiempo. "Agárrame fuerte, no me dejes ir", pide Adela, mientras se enfrenta a la necesidad de despedirse y aceptar la pérdida, en un relato que explora el poder de la memoria y el vínculo inquebrantable entre amigas que, a pesar de todo, no desaparecen.