Marcia Merino, más conocida como "la flaca Alejandra”, fue dirigente de una célula del MIR. La policía de Pinochet (DINA, Dirección de Inteligencia Nacional) la dio transformado en colaboradora a través de la tortura. Fue ella quien, entre otros, delató a Carmen Castillo, y la utilizaron además para reconocer los integrantes del MIR posteriormente torturados y asesinados por la DINA.

En 1992, Carmen Castillo vuelve a Chile para rodar este documental. Es justo de aquella la época en la que Marcia Merino acusa ante los tribunales a sus antiguos jefes de la DINA, decisión que representa un grave riesgo para ella, pero que a la vez será una importante contribución a la memoria histórica y al conocimiento del que representó formar parte de la DINA y de la dictadura.