Un día de trabajo en una aldea del norte de Portugal. Caminos desiertos de viento inquietante. Cuatro viejas, el campo, el pan, las gallinas. Historias de gestos saboreados en palabras mineralógicas. Una familia de diez hijos en una granja se sumerje en la inmensidad del tiempo. El padre corta un árbol. Más allá, el auga de un río habitado por gente. Una barca, el sol, la praza del pueblo, el puente en construcción, la veranda, la comida, la densidad y el misticismo del domingo, la misa y la feria. En ese lugar, Isabel se mueve con la mirada puesta en el futuro. Para los demás, el sentido de la vida es solo vivir. Y el tiempo corre entre el amanecer y el atardecer.

Este asombroso retrato de una aldea situada en las orillas del río Limia es la única obra dirigida por Manuela Serra. Una joya del cinema portugués estrenada en 1985 que recuperamos en copia restaurada.