En aparencia, el bosque no es completamente hostil, no es una selva. En el acecha un tipo de vida que, siendo parcialmente ajena, también nos es propia. El bosque lo siembran, lo cuidan y lo chapodan los seres humanos. Sara Guerrero cuenta en este libro, al tiempo fami­liar e inhóspito, la llegada de una pareja a una aldea gallega. Regresan a la casa semiabandonada de los devanceros, forman parte de los que después de generaciones vuelven de América. ¿Qué los espera? ¿Cómo alejar la desconfianza de los vecinos y crear otra vez vínculos? ¿Es posible sobrevivir sin trabajo ni recursos?

Co una forma de narrar directa y genuína, sin esquivar verdades, la autora acada los matices delicados de la proximidad, pero también los de esa aspereza que asoma detrás de la literatura de cerne, la de gente iner­me, sin coraza, abierta al mundo.

He aquí un libro que rasca coma las silvas y también es dulce coma las moras, una narración a veces estremecedora, a veces balsámica. El relato de una mujer que en otro país —en nuestro país— consigue encontrar también el suyo.

Sara Guerrero (Ciudad de México, 1994) cur­­só estudios en el Centro Universitario de Teatro de la Universidade Nacional Autónoma de México, en el Institut del Teatre de Bar­ce­lona y en la Universidad de A Coruña. Además de periodista es crítica literaria, con su obra dramática Raigame participó en 2021 en el Festival Internacional Outono de Teatro de Carballo, siendo merecedora del Premio a la Mejor Interpretación. En el año 2022, obtuvo una ayuda a la creación del INJUVE con un pro­yecto de investigación sobre la literatura ­escrita por mujeres migrantes en el Estado es­pañol. En la actualidad trabaja en la Fundació Surt de Barcelona.