El próximo martes 22 de mayo a partir de las 20:00 la Libraría NUMAX mostrará la tercera pieza de "Fuera de los museos". Son cinco dibujos de Víctor Said Armesto (1871-1914), un intelectual polifacético que, si bien en sentido estricto no pode ser considerado etnógrafo, contribuiu con sus esfuerzos por compilar literatura oral, música y vocabulario rústico a la configuración de esta disciplina, que comenzaría a ser una actividad profesionalizada en nuestro país a partir de 1923, cuando se fundó el Seminario de Estudios Gallegos.

Entre 1899 y 1910 Said Armesto realizó varias campañas de campo. Trasladarse a las aldeas y establecerse para realizar las colectas requería tiempo, dinero y salvar las dificultades de los caminos. Las limitaciones eran tales que el propio Murguía intentó disuadilo. En este sentido, los esfuerzos de Said Armesto fueron pioneiros y encomiables y el volumen de material recogido muy abundante. Sólo en la última de las expediciones documentou 187 romances con su melodía, un gran número de canciones populares (con música y letra), leyendas varias y unos 300 vocablos. La mayor parte de las informantes eran mujeres y labradoras. La práctica totalidad de los datos recogidos eran inéditos.

Sus notas están entre los primeros ejemplos de una lista que luego llegó a identificar la disciplina de la etnografía en Galicia. En la Libraría NUMAX se mostrarán durante un mes cinco papeletas de las quince que se conservan en la Fundación Barrié. Además de las notas sobre el malle, el fiandón, el arado y el carro que se podrán ver entre mayo y junio en la Libraría, la Fundación Barrié atesora otras sobre el molino y el horno.

A mediados del siglo XIX despuntaría en Galicia el interés por la cultura popular que, en general, se identificó con el mundo labrador. La esto ayudaba la urgencia por documentar una tradición en retroceso y la búsqueda de los orígenes. En el plano institucional el interés se reflejó en la creación de la sociedad El Folk-Lore Gallego, cuyos integrantes promoveron un detallado cuestionario, el primero realizado en Galicia. La lengua, la literatura y las costumbres populares eran los aspectos que más atención demandaban. Entre las iniciativas que proyectaron estaba la creación de un museo xenuinamente gallego. La institución no llegó a concretarse pero, al parecer, constituía una aspiración irrenunciable y mismo naturalizada.

En nuestro entorno las Exposiciones Regionales habían propiciado algunos movimientos en pro de la creación de un Museo Gallego. Y en la misma época, la Sociedad Económica de Amigos de él País impulsó varias experiencias en la misma línea mas habría que esperar aun varias décadas hasta que un museo etnográfico vise la luz: fue ya en el marco de las actividades desarrolladas por el Seminario de Estudios Gallegos con una colección que se instaló en su propia sede. El trabajo de campo fue enorme, pero el trabajo quedó truncado con la sublevación militar de 1936. El SEG y su museo fueron incautados.

Esta actividad cuenta con la colaboración de la Fundación Barrié y del Museo del Pueblo Gallego y con el apoyo de la Deputación de la Coruña.